giovedì 20 maggio 2010

Elogio de la Locura

En medio de tanto “artista”, de tanta gente que se toma tan en serio (¡ABURRIDOS!), la presencia sobre esta Tierra de Joan Miquel Oliver me da consuelo, alegría y esperanza.

Joan Miquel Oliver es un músico, un poeta, un malabarista, un loco.

Es una de esas personas (pocas, ¡demasiado pocas!) que aún creen en la importancia de la Palabra, que aún respetan y trabajan al servicio de la Palabra, que aún alimentan la Magia de la Palabra.

Joan Miquel Oliver no escribe siempre y solo de amor (aunque escribe siempre con amor), y cuando lo hace, lo hace desde una perspectiva diferente, inesperada. Sus letras, que hablan de los temas menos trascendentales que existan, parecen más bien un juego, y qué bien lo tiene que pasar escribiendo ("Què divertit lo que escric quan estic avorrit", dice en Wa Yea! de Antònia Font.)

Es uno de esos autores que me confirman que para hacer poesia no hay que estar necesariamente tristes, deprimidos, desesperados.
Que me demuestran (¡tan claro, tan evidente!) que para hacer poesia, contrapoesia, poesia alternativa, poesia subversiva, no hace falta masacrar la gramática y violentar el Idioma, no hay porque cagarse en todo o empaparse de vulgaridad.

Ese lenguaje tan simple que resulta refinado, esta gentileza, esta delicadeza suyas (dones inexplicablemente subestimados, ¿porqué?), su subrealismo impresionante, casi ingenuo a veces pero genial a la vez, esta gracia, este sentido del humor, esta ironía, ¡qué maravilla!

Si las pupilas se me dilatan al escuchar Lego, con Pallasso me estremezco. Si la respiración se me corta al empezar de Marcianet de Mart, el ritmo cardíaco se hace irregular en Foto. Siento un temblor por todo el cuerpo al final de Somiers, y finalmente, después de Ryanair, de Sa nuvia morta, de Jo diría "Cine", advierto como un escalofrío, una vibración, una pulsación caliente entre los pliegues de mi cerebro, como un orgasmo.

Un orgasmo cerebral.




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Ai, las! Sa vida és un principi, un nus i un desenllaç.


(pd: qué mal me sabe no ser capaz de escribir este artículo en Catalán, o mejor aún en Mallorquí.)

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