venerdì 26 febbraio 2010

En equilibrio

Ultimamente me acompaña la constante sensación de estar a punto de morir.
No es pánico ni paranoia, es solo que me siento como suspendida en el aire en un equilibrio sutil, como flotando en una burbuja de jabón que puede explotar de un momento a otro.

Cada vez que voy en bici por la carretera, que paso un cruce un poco más rápido, que no paro al semaforo rojo, que tomo una curva a ultimo momento pienso: aquí está. Aquí es cuando aparece de la nada el coche que no había visto, aquí es donde me caigo, aquí es cuando se termina.

Luego, no pasa nada y yo aún no me he muerto y me siento casi una superviviente.

A pesar de eso, no tengo miedo de estar a punto de morir. Más bien, lo que noto es una cierta excitación, como si estuviera a cada rato desafiando los límites, como si estuviera diciendo: Eooo! Aquí estoy, ¿vas a venir a por mi o qué?

En realidad creo que mi percepción está algo alterada también por el hecho de que mi bici ya casi no tiene frenos, sus cambios no cambian, la rueda delantera es más lisa de la piel de un nene, en fin, que la niña es una gran luchadora y tiene más calle que yo, pero está cada día más destrozada.

Lo sé, tendría que llevarla a un taller para que me la cuiden un poco. Lo estoy desplazando de semana en semana porque presiento que me van a decir que me costaría más repararla toda que comprar una nueva, y aún no sé si estoy preparada para enfrentarme con la gran duda moral de qué voy a hacer en ese caso con mi compañera de guerrillas.





"Te diré que si por el momento no hay nada que temer, no se puede decir lo mismo del futuro, aunque personalmente yo tengo la sensación de ser inviolable".
(Ernesto Guevara de la Serna, Carta a la Madre, desde Guatemala, 20 de junio de 1954)

Nessun commento:

Posta un commento