giovedì 12 marzo 2009

Volviendo a hablar de fronteras.

Nunca ha sido muy claro donde está el exacto límite entre Chile y Argentina.
El paisaje es exactamente lo mismo, no hay ninguna señal que te haga entender de qué lado estás.
Y en realidad no consigo entender: ¿cuánto sentido tiene seguir peleándose por una frontera?

Las montañas no saben hasta que punto pertenecen a un País y desde qué punto en adelante empiezan a pertenecer al otro. De hecho, a la tierra le da igual: la tierra pertenece a si misma.
Los guanacos, los verdaderos dueños de los cerros, nunca se han preguntado si son guanacos chilenos o guanacos argentinos. Son guanacos.

Sería la hora que le dejara de importar a los hombres, también.
Sería la hora que Chile, Argentina, y todos los demás Países de América Latina se dejaran de tonterías y de conflictos sin sentido -alimentados por Estados Unidos y Europa, plenamente concientes de que cuanto más estén divididos estos Pueblos, más facil será controlarlos y aprovecharse de sus recursos aparentemente infinitos.

¿Como es posible que un Continente que lo tiene todo, y en gran abundancia, siga viendo a la mayor parte de su población luchando para sobrevivir?
¿Como puede ser que siga siendo tan patéticamente dependiente de los Países que lo colonizaron hace quinientos años? ¿Se acabó, en algun momento, la colonización de América Latina?

El potencial de estos Países, si supieran ponerse de acuerdo y actuar como un único grande País, con únicos grandes objetivos, sería tal que ninguna potencia podría con ellos.

¿No ha llegado aún el momento en que Argentina, Chile, Bolivia, Brasil y los demás, dejen de mirarse mal el uno con el otro y empiecen a mirar juntos en la misma dirección?

2 commenti:

Anonimo ha detto...

Galeano te está influyendo, jajajajaja, besitos, Luce

Paola B. ha detto...

Bueno, sí... más o menos. Galeano a parte, después de estar un tiempo por aquí y hablar con la gente, cualquiera empezaría a hacerse estas preguntas.
Hay que hacer la revolución, Luz: la revolución!!! ;)

Posta un commento