Dio! Non ho il coraggio di ispezionare tra i miei vestiti.
Ed é scomparso anche l'australiano, ieri pomeriggio. Ha lasciato un biglietto per me alla reception dell'ostello. Mi pento amaramente, e ormai invano, della mia vigliaccheria dell'altra sera.
...
Hace mal tiempo en la Paloma, y además todo está cerrado, todo. Hasta Navidades será baja temporada, y los dueños de restaurantes, bares y lo que sea están aprovechando los últimos días útiles para arreglar, pintar y dejarlo todo listo antes de la llegada masiva de los turistas.
Está muy bien poder ir a la playa y encontrarla desierta: ayer con Marta, mi compañera de habitación, fuimos caminando hasta la Pedrera, un balneario que queda a unos nueve kilometros de la Paloma. No había nadie. El tiempo ya estaba medio malo, pero aguantó, y a la tarde salió solecito. Y qué sensación de paz, de tenerlo todo para ti. Podríamos habernos paseado desnudas, total nadie nos iba a ver. Luego para volver entramos en el pueblo (una calle, básicamente) y hicimos dedo, la primera vez que lo hago en mi vida. Uruguay es el único País en Sudamerica donde aún es posible hacer dedo sin el riesgo de que te rapten.
Pero hoy está peor, y hace fresquito, y nada de playa ni hostias.
Suerte que por lo menos este cybercafé esté abierto.
Me estoy peleando con la computadora, como se la llama aquí, para publicar mis fotos. Ya es una cuestión de vida o muerte, de quien tiene la cabeza más dura, de quien aguanta más. Estoy dispuesta a quedarme aquí el día entero (total, sin poder ir a la playa y con todo cerrado por ahi) pero al final ganaré yo.
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