Luz se fue... me quedé a oscuras.

...y para no sentir demasiada soledad, me he regalado un día de "excursión por tiendas".

Igualmente, he vuelto a casa de Norma pronto, ya que me han emparanoiado con que hay que tener cuidado por el barrio.

Ayer tuve esta conversación con una señora:
-Perdona, ¿por aquí pasa el 85?
-Vos no sos de acá, ¿cierto?
-(joder, como lo pillan enseguida) Mhn, no, soy italiana.
-Ah, italiana... Sí, el 85 pasa por acá. Pero mirá, ¿sabés qué?, no te quedes parada acá, nena, vení, vení, yo te acompaño a la otra parada. Viste lo que hay acá, ¿no? Cuando no hay policia, acá te roban a doble mano. Y como vean que sos de afuera, todo mal.
-Ah. Qué bonito.

Y entonces me digo: bueno, así que no tienen que ver que no soy de acá.
Paola: se como ellos, habla como ellos, piensa como ellos. Se ellos.
Imposible: podría cambiar mi ropa, mi corte de pelo, mis gafas, pero mi acento tano es más fuerte que mi (ya de por si enorme) talento de actriz. Conclusión: me da igual.


Decía que me fui a pasear por las tiendas, precisamente en Calle Florida. Hoy ha sido un día urbano.
Parece increíble, pero he aprendido a orientarme por la ciudad de inmediato. Será porque el sistema reticulado de las calles es como el de Barcelona, o más bien será porque sin duda soy un bicho metropolitano. Total, me movía como en casa.

Para mis Chicas Fashion: Madre mía, ¡los zapatos de Buenos Aires son lo más chulo que he visto en la vida!
He decidido sacar fotos para enseñaros. Al principio las tomaba desde fuera de los escaparates, pero notaba que los encargados, si se daban cuenta, me miraban mal. Hasta que uno salió para decirme que no podía.
Entonces pensé: A ver, Paola, ¿estás o no estás en la tierra de los chantas? Estoy. Y entonces, TÚ vas a ser la chanta número uno. Se como ellos, habla como ellos, piensa como ellos. Se ellos.

Entraba en las tiendas, buscaba al encargado: Perdona, ¿puedo sacar un par de fotos? Es para un reportaje que estoy escribiendo, las voy a publicar en una revista online de moda, cultura y actualidad. Se lee en España, vengo de Barcelona, sabes.
Y es que cuando pongo mi carita de niña inocente, no hay quien me resista. Todo el mundo diciéndome ¡ahhh, dale, pero por favor, sacá sacá!
Todos encantados.

Luz, de a poco voy mejorando, ¿no? Después de Y sí, soy un genio, hablo siete idiomas... perfectamente, esta es la actuación más lograda de mi vida.
Y ahora pasemos a las fotos. Sólo es una pequeña muestra de lo que se puede ver aquí.

(Pido perdón por las fotos torcidas, no sé porqué no conseguí darle la vuelta. Quien sepa como se hace, que me ilumine, porfa)





¡ Me encanta el saquito!

Judith, estas las veo a tus piés, un poco bailarina clásica, un poco boxeadora.

Buenísimas, rollo playa, las míticas sandalitas de goma para no cortarnos los piés cuando éramos nenes.

Las que me probé en Salta, Luz (aquí costaban igual, todo sea dicho)

Mis favoritas: antes de que acabe el verano serán mías.

Ay que preciosidad, con este toque bon-ton...

Se puede ver además que son ¡re-que-te-carísimas!

Y estas son las que me compré. ¡No pude resistirme! No son las más guapas, pero sí las más baratas dentro de las que me gustaban. (tengo que admitir con grande dolor que hoy las puse y son bastante incómodas, sigh)

Y ya que entré en el túnel del shopping, me compré este bloso tan kitsch que no puede que ser cool!

¡Por fin he vuelto a ser yo! La chica que un día llevó piratitos con bambas y calcetines largos se quedó en el desierto.